Abuelito, abuelito, ¿te gustan mis tetitas?

Aquel día no había clase y la chica fue a pasar el día con su abuelito, un hombre viudo muy tranquilo que vive relajadamente su jubilación. A estas edades las chicas tienen las hormonas revolucionadas y como hacía calor le sobraba la ropa y eso que tan solo llevaba un mini short y una camisetita de tirantes. Empezó medio de broma enseñándole las tetitas al viejo para ver como reaccionaba y como el hombre no parecía inmutarse, tuvo que emplearse a fondo para sacar lo mejor de su abuelo. La chica no podía ocultar su excitación y antes de empezar a follar ya tenía todas las braguitas llenas de flujo.